Sin la propaganda clandestina no se hubiera podido derrotar por ejemplo el plan de institucionalizarse de la Dictadura, a través del Cronograma.
El papel jugado por la prensa clandestina, tiene diferentes facetas. Significó cavarle la fosa a la tiranía, jugó un papel de denuncia fundamental para que no quedaran impunes sus crímenes y fue la herramienta para luchar contra el terror, la confusión y el desánimo que usaba la dictadura, para someter al pueblo.
Además de participar miles de personas en la instrumentación de la prensa, la llegada de la misma a los lugares de trabajo, permitía enterarse de lo que pasaba en diferentes lugares y ayudaba a la organización de la gente.
Fruto de una orientación clara, se le salía al cruce a la mentira, a que no se podía hacer nada: permitía darle perspectiva a la gente de que se podía seguir luchando para derribar a la dictadura. La represión en todas sus formas procuraba aislar la resistencia y acallar al pueblo.
En la prensa clandestina aparecían las denuncias de los que eran detenidos, las luchas que se daban, los atropellos de los represores, los temas económicos, etc. Si uno quería enterarse de de lo que pasaba en las cárceles, en los Penales, tenía que leer la prensa clandestina. Si uno quería saber las luchas, en sus más variadas formas, tenía que informarse por la prensa clandestina.
Jugó un papel fundamental del punto de vista político, ideológico, del estado de ánimo, del organizativo, que hizo posible la derrota de los planes de la Dictadura en el Plebiscito del 30 de Noviembre de 1980.
¿Cuántos compatriotas participaron en torno al accionar propagandístico? Sin lugar a dudas, que fueron miles. Desde lo que la hacían con los mimeógrafos, hectógrafos y planograf. Los que prestaban sus casas, los que juntaban el dinero, el o los que compraban el papel, el que comparaba la telita del planograf, los correos, los que la repartían en los más diversos lugares, arriesgando a ser detenidos.
Hubo cientos de mimeógrafos, decenas de imprentas, cientos de hectógrafos y de los queridos planograf. Caían las imprentas y volvían aparecer. Los servicios de Inteligencia de la Dictadura, lo primero que buscaban eran las imprentas clandestinas; ellos sabían que eran “armas” cargadas de futuro. ¿Qué no hizo la dictadura para acallar la voz del pueblo? Detuvieron miles de compañeras y compañeros, torturaron, procesaron, asesinaron y desaparecieron a los luchadores por la libertad. Ante la lucha de miles de militantes clandestinos, detuvieron a miles, torturaron a miles y procesaron a miles y a muchos los asesinaron.
Además de la prensa clandestina, hay que mencionar el papel jugado por La Revista La Plaza que salió en el año 1979. No se puede olvidar el papel jugado por la única radio antiditactorial: CX30 La Radio y algunos periodistas que en forma aislada en otros medios realizaban sus aportes a la lucha. En la medida que la dictadura tuvo necesidad de maquillarse, le exigía dar un manto de legalidad, permitió que otros sectores, a partir de fines de 1980, surgieran publicaciones.
Luego de la derrota del 30 de noviembre de 1980, se incrementó el accionar y surgimiento de diversos órganos de prensa clandestina, semilegal y legal, que terminaron desbordando al régimen.La contracara fueron los medios de comunicación, que fueron el furgón de cola de la dictadura, como los diarios El País, la Mañana, El Diario, El Día o los semanarios como Búsqueda y los canales de televisión. No sólo fueron dóciles al régimen, sino que lo defendieron a muerte. Recibieron favores de la dictadura, por ejemplo a través de préstamos y los avisos a favor de la dictadura. Además coincidían, como en el caso del diario El País o de Búsqueda con la política económica de Vegh Villegas.
Wasen Alanis (Ver Relato)
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