viernes, 30 de abril de 2010

ENTREVISTA A PEDRO GARCIA.

ENTREVISTA A PEDRO GARCIA.

En marzo de 2010 entrevistamos a Pedro Garcia Lanza de 56 años. Casado con Cinthia Godoy; tienen dos hijas, Natalia que es Maestra y Malena estudiante de Historia en el IPA. Por parte de Natalia tienen dos nietas(Julia y Camila).

-¿Qué me podes decir de la Huelga de 1973?

En la Huelga estaba desocupado. Del punto de vista político estaba al frente del seccional 14 de la UJC, que abarcaba Capurro, Bella Vista, parte del Prado.

Ya sabíamos desde la noche anterior que se venía el golpe de estado. Dos días antes nos llevaron preso porque estábamos apoyando a los obreros de Cativelli que estaban ocupando y en huelga por sus reclamos. Nos agarran a todos en una pegatina que estábamos haciendo con los obreros.

Después que me sueltan, fui al seccional donde estaban velando a un compañero fundador del Partido, de apellido Benuti.

El trabajo nuestro era de apoyo de las fábricas en lo que fuera necesario. Militábamos con Alpuín.

-¿Conociste a Alpuín?

Claro, si yo fui el que lo afilió a la Juventud Comunista. El después del triunfo de la Revolución Sandinista, murió en un accidente manejando un jeep, en las montañas de Nicaragua. Estaba casado con la hija de W. Turiansky. Primero murió en combate el Meme Altesor, y luego Alpuín en tareas de solidaridad en el momento de peor ataque de los contra.

-¿Qué podes decir de tu militancia después de instalada la dictadura?

Siempre con mi compañera mantuvimos vínculos con el Partido, en la clandestinidad, colaborando y haciendo cosas contra la dictadura.

-¿Tengo entendido qué estuviste preso?

Si. Caigo en el año 1974. Me lleva el Departamento 4 de la DNII. Cuando yo caigo ya lo tenían a José Pacella, en su primera detención. Había otra cantidad de compañeros y compañeras. A mi me torturaron 10 días, a José mucho más porque ya estaba de antes.

Yo tenía en esa época 20 años. Niego la acusación y logro salir. Me sueltan porque me acusaban de un delito de cuando tenía 14 años, cuando las Medidas Prontas de Seguridad de Jorge Pacheco Areco. Con 14 años me habían llevado preso por una actividad durante un paro general.

Luego tuve suerte de conseguir trabajo en una fábrica en la calle Daniel Muñoz llamada Las Heras, que era una fábrica metalúrgica, que antes se llamaba Pesce & Simeone.

En esa fábrica había trabajado Gerardo Cuestas. Había obreros con mucha experiencia. Es un buen ejemplo para entender cómo se construye las fuerzas del punto de vista de la resistencia y del triunfo del NO en noviembre de 1980.

Es un ejemplo de lo que se llama la acumulación de fuerzas, del punto de vista de la resistencia a la dictadura. Hubo un trabajo de sedimentación de muchos años donde se fue acumulando y que va a posibilitar…

Fue un trabajo de amplio espectro, la idea de acumular fuerzas y trabajar de la manera más amplia posible, con la mayor cantidad de gente, no fue ajeno a la hora de pasar a la clandestinidad un partido entero.

En cada lugar, siempre había alguien, con posibilidades de hablar, de que tenía experiencia; en quien confiar; y yo encontré en esa fábrica, sobretodo en la sección matricería. Ahí se fue armando un grupo de gente.

La Carta llegaba y yo la compartía al principio con dos compañeros más. Era un lugar muy vigilado, el portero había sido carcelero en la Cárcel de Punta Carretas y el abogado había sido abogado había de General Electric, donde iba armado cuando los obreros le hacían un paro.

-¿En el 1º de Mayo de 1980 que pasó en la fabrica?

El 1º de Mayo la consigna era resistir, ante el cambio de fecha de 1º para el 5 de mayo. La idea era que el 1º de mayo por lo que significaba había que respetarlo cayera el día que cayera. Esa idea empieza a crecer y empezamos a divulgar la idea de que había que respetar la fecha del 1º de Mayo, por lo tanto si la empresa planteaba trabajar el 1º de mayo, no trabajar. Pero esto implicaba grandes riesgos en condiciones de una dictadura, podíamos quedar aislados los 5 compañeros que estábamos decididos.

Como habíamos aprendido en los años de militancia, que lo más importante era conquistar a la gente y no trabajar solo. No jugársela solo, el tema era convencer al resto así ir todos para adelante.

Entonces se nos ocurre con Luisito Aramendi, compañero que estaba clandestino pero sin trabajo, y consigue trabajo en la fábrica. Trabaja 6 meses en la fábrica y venía de las curtiembres donde lo habían detectado y entonces pasó a la clandestinidad. Los dos trabajamos en la sección de los balancines.

Cuando vemos que el paro puede no salir, decidimos proponer hacer una votación, sección por sección de manera clandestina.

-¡Había que hacer una votación en esa época!

Si claro, una votación clandestina, porque yo no me podía parar y decir vamos a hacer una votación compañeros. Fuimos hablando de a uno, nos repartimos el trabajo y así se llegó a hacer una votación secreta, donde se metían uno a uno los papelitos por Si o por No al paro el 1º de mayo. Ganamos por dos votos. Muy poca la diferencia. Evaluamos y dijimos que dos o un voto no era “ganancia”, teniendo en cuenta el momento. Si hubiéramos logrado llegar al 80 o 90% de apoyo la cosa hubiera sido distinta. Entonces decidimos hacer un paro silencioso de 10 minutos, recordando a todos los mártires de la clase obrera. En ese momento se apagaron todas las máquinas realizando un minuto de silencio por los mártires de Chicago, en el que participó del primero al último de los trabajadores. Antes habíamos hecho una declaración con otro compañero joven que era trotskista del Partido Socialista Obrero. Nos ponemos de acuerdo de trabajar juntos e hicimos una declaración por el 1º de mayo, la hicimos los dos en el comedor de la fábrica. Yo tenía una casa con máquina de escribir, donde publicábamos cosas clandestinas. Hice con carbónico varias copias y se repartieron por toda la fábrica. Yo le puse la firma de CNT-UNTMRA; y este compañero me dice que ni la CNT ni el Untmra existen. Yo me calenté y le dije: la CNT existe y la UNTMRA en la fábrica somos nosotros. Que si los milicos no la reconocen, nosotros no le vamos a dar el gusto. Si la cerró la dictadura nosotros la manteníamos abierta. Acá ahora la UNTMRA somos nosotros en esta fábrica. Finalmente el compañero aceptó que la declaración saliera firmada como estaba.

En este momento de la conversación, José (Pacella) nos aclara que la CNT tenía dirección en ese momento y la UNTMRA también. Lo que Pedrito expresa es uno de las diferentes formas que se conmemoró el 1º de mayo.

Sigue Pedro. Después del trabajo hacia el 1º de mayo aumento la confianza y el estado de ánimo. Formalmente no había un comité de base de la Untmra. Yo tenía vínculo con el Partido, pero no tenía vínculo gremial. El núcleo de militantes se fue ampliando en torno al 1º de mayo.

-¿Cómo siguió la cosa?

Se dio otro hecho importante que demuestra la consolidación y nuestro prestigio en la gente. En un momento, yo ya te dije lo del portero, que era milico-milico, como nos trataba, como nos revisaba…teníamos 30 minutos para comer y nos demoramos unos minutos. Cuando quisimos entrar, el tipo ese nos cierra la puerta en la cara; eso significaba sanción, suspensión o despido. Nos quedamos afuera pero algunos compañeros, entre ellos el “negro López”, que había sido de la pesada del que organizaba los bailes en el Club Colón, que era un negro grandote, primo de Mateo el músico y oriundo de Solís de Mataojo. El negro había tenido problemas y había conseguido trabajo en la fábrica. Entonces el negro López pega un grito: quedaron afuera pedrito y flaco Luis. Empezaban a prenderse los motores de todas las máquinas, cuando el negro pega ese grito de que habíamos quedado afuera e inmediatamente se empezaron a apagar las máquinas una a una, los obreros apagaban las máquinas en solidaridad!! Y fueron para adelante a hablar con el Gerente y a los 10 minutos se abrió la puerta y entramos. Esto fue previo al plebiscito del 80, que muestra el estado de ánimo. Era la primera vez que se daba una respuesta colectiva ante una arbitrariedad.
Después viene el plebiscito, donde yo recibo todo el paquete de propaganda por el NO que elaboraba el Partido y José Pacella. Me llega el famoso volante del indiecito del Mundialito.

Además yo tenía en un apartamento de Millán y Lecocq un taller de serigrafía, donde con otro compañero hicimos dos autoadhesivos grandes de 30 centímetros de un plástico amarillo, uno con la cara de Artigas llamando a votar NO firmado por el Frente Amplio.

Con otro grupo aparte hicimos una pegatina por todo el barrio Atahualpa. Y a su vez tenía los volantes que me traía Pacella. Que yo volanteaba dos horas antes de entrar a trabajar, en los alrededores de la fábrica. Era cómico, venían los compañeros y me mostraban, mirá Pedro lo que encontramos alrededor de la fábrica, está todo volanteado esto!!

En otra oportunidad con algunos compañeros de la fábrica hicimos una pintada por el NO que decía:”Muera la Dictadura. Vote NO”. Yo le saqué una foto y se la di a Pacella. Luego salió en la Carta Nº 98. Esa Carta luego la repartimos en la fábrica unos diez días antes del plebiscito. Luego me enteré que se imprimieron 5000 ejemplares. (Ver postal).

-En el año 1980 se tienen que haber hecho muchas acciones para que pudiera ganar el NO. ¿Qué hicieron ustedes en la fábrica?

A esa altura había un clima más abierto y condiciones para proponer cosas a un grupo más grande de compañeros. Se podía hablar en las diferentes secciones con todos los trabajadores. Vi que la mayoría estaban para votar por el NO; se fueron dando las circunstancias donde nos organizamos para discutir la necesidad de cortar el paso a la dictadura y votar por NO. Con el núcleo grande de gente, no sólo con los que tenías más confianza, sino un núcleo mucho más grande de gente.

SALÍAMOS DE LA FÁBRICA a las dos o tres de la tarde, nos íbamos al boliche a tomar alguna copa y a discutir con la gente; íbamos a la panadería, parábamos a las mujeres les dábamos propaganda por el NO y explicábamos por qué votar por el NO.

Formábamos brigadas con los obreros de la fábrica para hablar con los vecinos de la necesidad de votar por NO. Se hablaba adentro y afuera de la fábrica en la calle.

Que yo y otros compañeros nos animáramos a hablar en la calle en contra de la dictadura era un hecho nuevo, pero que a su vez se animara gente que no tenía pasado de militancia política, pero que estaban absolutamente convencidos, que me apoyaran en discusiones callejeras para que la gente del barrio votara por NO. Ahí hubo un trabajo importante, tanto o más importante que el famoso debate por la TV. Hay un macro-trabajo y un micro-trabajo, sin el cual hubiera sido imposible ganarle a la dictadura.

-El programa del Canal 4 del 14 de noviembre no llegó a todo el país. En el litoral casi no se vio y sin embargo gano el NO en Salto y Paysandú. O sea que ojo con el absolutismo. En Paysandú se ganó con mejor porcentaje que en el propio Montevideo. Esa explicación simplista que la TV hizo ganar el plebiscito tapa la lucha de años contra la dictadura. ¿Por qué en Artigas ganó el SI y en Salto el NO?

Sanguinetti dice que las cosas surgieron por casualidad, de manera espontánea, de la nada. Porque lo otro es reconocer la lucha de los trabajadores, de los estudiantes, de la gente de izquierda y dentro de ella de los comunistas.

Yo volanteaba fuera de la fábrica, pero también en el baño. Había el caso de un compañero que era jubilado de milico raso (Silvera) de Tacuarembó y otra gente del interior que votaron por el NO y trabajaron para que ganara. Hubo un trabajo permanente de charlar de convencer, que no fue nada fácil.

-Ellos querían mostrar el plebiscito como que era el retorno a la democracia. Era muy engañoso. Decían que si ganaba el NO, después qué? Entonces el voto por el NO era un voto muy conciente.

Por supuesto, y una demostración de resistencia al gobierno dictatorial.

Yo por fuera de la fábrica tenía otra actividad. Yo fui alumno de DUMAS OROÑO, que era discípulo de Torres Garcia, era comunista, profesor de secundaria, pintor y plástico. Ingresé al taller en 1975. En ese taller formamos un núcleo de jóvenes donde estaban en otros, Marcos Ibarra; Martita Terra, profesora de filosofía (ambos afiliados al Partido después); José Viera del PS; Lorieto y Guillermo Mara, con los cuales hacíamos actividades diversas que tenían que ver con la lucha contra la dictadura.

Con Marcos Ibarra y algunos amigos de Tacuarembó y ferrando el que fue bancario nos reuníamos para discutir las propuestas de por qué había que votar por NO. Estudiamos la propuesta de la Constitución que proponía la dictadura y refutamos por escrito sus aberraciones; hicimos una explicación y la distribuimos. NO era solo el volante, era el pegotín y la explicación de por qué había que votar por NO.

_ ¿Alguna anécdota pintoresca?

En la casa de José Viera, aprovechando que sus padres habían ido al Chuy por el fin de semana, con Marcos Ibarra organizamos con las matrices que me había arrimado José (por Pacella) para imprimir los volantes. Teníamos un planograf para imprimir. La casa era ideal porque tenía un taller aparte. Quedaba en la ciudad de La Paz en el departamento de Canelones.

El sábado empezamos a imprimir y el domingo continuamos, hasta que a eso de la tardecita el hermano de José Viera grita: viene mi padre. Miramos por la ventana y era verdad. Todo era a escondidas. De apuro a limpiar y a esconder las matrices, el papel, la tinta y el planograf. Y a lavarse las manos. Hubo que esconder lo impreso y lo que aún no se había secado. Cuando entran los padres…nos miran raro y… nos siguen mirando raro. Nosotros como unos “santitos”, con las manos atrás no sabíamos que decir. Hasta que le dije qué pasa Don? Tienen las caras todas pintadas de negro, qué estaban haciendo? Le contamos y no pasó nada porque ellos eran del frente y también estaban por el NO.

-Se desprende de todo lo que venís diciendo que habían cambiado las condiciones.

A nivel de la fabrica, a partir de aquella acción que no me dejaban entrar con Luisito, ahí se rompió un esquema, de que acá no se puede hablar, de que acá no se puede hacer.

-Y con el tema del salario; una de las características de la dictadura, la prima hermana de la represión era la rebaja del salario. Con los sindicatos prohibidos; ¿cómo hacían para pedir aumento de salarios?

La empresa tenía un reglamento de comportamiento que te lo entregaba cuando entrabas a la fábrica. De a poco se fueron generando condiciones para conversar no sólo de política que tuviera que ver con el 1º de Mayo y con el plebiscito del 80, sino del tema salarial.

En la medida que fuimos abriendo puertas, se empezaron a hacer los planteos de no respeto de las categorías en algún caso o de la rebaja del salario o de no aumento cuando éste correspondía. La crisis se hacía sentir, que luego llevó a la caída de la Tablita en 1982.

-¿Cómo hacían en el año 1981 que fue un año de gran represión para no ser identificados cuando iban a hablar con el patrón?

No teníamos una organización dentro de la fabrica, se fue generando en los hechos, pero yo no era delegado del punto de vista formal. De hecho existía la organización, pero era como una cosa “abstracta”. Había gente que se ocupaba de unos compañeros y otros hacían otras cosas, se fue ampliando el círculo.

Nunca hicimos reuniones de un comité de base del UNTMRA, pero de alguna manera hacíamos exactamente lo mismo, sin ponerle el nombre.

-Es interesante, cuando dices que más allá de la formalidad, la Untmra existía igual…

Había quien proponía cosas, se supone que era el dirigente, pero no era, y ese compañero era yo. Había otros compañeros en similar situación. La relación era muy horizontal, nos consultábamos con los compañeros.

-¿Qué hicieron en 1981?

Había rebaja salarial y decidimos hacer un planteo a la gerencia. Yo en ese momento me manejaba con la Carta del Partido, la cual me daba información económica (ver relato sobre Daniel) de cuanto había bajado el salario real. Hasta el 1º de mayo del 80 los temas económicos no estaban planteados con fuerza aún. Va surgiendo la inquietud y la lucha de todo el 80 hacia el triunfo del NO fue un paso fundamental para que tomáramos el tema salarial y hablar con la patronal.

A través de las conversaciones individuales por sección; aún no habíamos realizado ninguna asamblea, con la información que nos daba La Carta de la rebaja del salario real de las cifras de inflación y una serie de números me permitían tener mejores argumentos para dar la pelea.

-En esa época no había libertad de prensa y menos la que defendía a los trabajadores.

Si yo no leía la Carta, no había demasiada información. La Carta te daba lo fundamental. Estaban dadas las condiciones, se generó un consenso para pedir una entrevista a la patronal, que era dura, yo ya te conté lo que era el gerente.

Decidimos ir en una cantidad grande, porque si iban 2 0 3 nos podían despedir. Si en cambio iban 15 trabajadores, si tomaban alguna represalia era más difícil. Había más respaldo. De hecho fuimos 15 obreros a la entrevista a reclamar aumento de salarios, dada la pérdida de los últimos tres años.

-¿Cuándo fue?

Fue en los primeros meses del año 1981, sino recuerdo mal, empezaba hablarse de la ley de asociaciones profesionales. Había hasta un instructivo de la CNT…

Lo importante es que hay un salto en calidad, un salto importante, porque a la salida de la entrevista, nos estaban esperando el resto de los compañeros de trabajo, en la vereda. Hicimos UNA ASAMBLEA EN LA VEREDA de carácter informativa. El informe lo di yo y otro compañero de lo que había pasado con el gerente y el contador. Fue la 1ª Asamblea en muchos años, que se hizo en la calle Daniel Muñoz. Esto generó el clima como que teníamos un gremio con todas las letras. A partir de ahí, a pesar de que seguía siendo todo “muy informal”, pero algunos de nosotros habíamos quedado como dirigentes…Se planteó la necesidad de organizarnos formalmente. Al mismo tiempo el negro López planteó la idea de organizar una Sociedad de Comidas.

-¿Cómo es eso?

Era juntar plata durante cierto tiempo y hacer una comilona en un Club con todos los obreros un sábado de noche cada un mes. También se había organizado un cuadro de fútbol. Había un conjunto de actividades sociales colectivas que unían a la gente y que daba lugar a encontrarse con los trabajadores en otro espacio. La primera comilona se hizo en el club Los Hijos del Mar, en Maroñas. Llevamos dos compañeros que cantaban canciones del canto popular; Oscar y Daniel, Oscar trabaja en el transporte y Daniel es bancario.

-Un poco sintetizando…

Cuando yo te decía que esa había sido la fábrica Pesce&Simeone, que pasó a ser Las Heras, que había trabajado Gerardo Cuestas, que había dejado una huella imborrable; donde había compañeros que habían sido delegados sindicales.

La fábrica Las Heras había tenido una historia de luchas anterior, cuando funcionaba cerca de Camino Carrasco; había sido ocupada durante la Huelga General de 1973. Contaban las anécdotas. Por ejemplo cuando vienen los milicos a desalojar la fábrica, un compañero se va al fondo…; y le preguntan: ¿vos Pistola que vas a hacer? Voy a buscar la soldadora. ¿Qué vas a hacer? Voy a soldar el portón, acá los milicos no entran y soldó el portón! Lo que permitió escaparse por los fondos de la fábrica.

¡Hay toda una historia, toda una tradición! Hay una experiencia acumulada, en este caso en la fábrica que nos va a facilitar el trabajo posterior que ya te conté.

-Volviendo a las comilonas….

Te estaba contando de la primera comilona y de lo bien que cantaban Oscar y Daniel. Se fueron generando en esas comidas conversaciones un poco más formales de la necesidad de formar un gremio. Estábamos a mediados del año1981. Una de las últimas comidas la hicimos en Playa Pascual. El negro López era el gran organizador. Esa vez no puedo llegar en hora porque daba clases en el taller de Dumas Oroño. Cuando llego me habían guardado mi porción y se sentaron alrededor el Pelado Larrosa, Quintana, la Liebre, el Perro, un montón de compañeros.

El negro López estaba caliente porque lo ayudaban poco con las comidas, y en medio de la discusión les digo que las comilonas eran importantes, pero que más importante era organizar un gremio.

A partir de ese momento empezamos a hablar concretamente de la organización del comité de base del UNTMRA.

-¿Se formó?

Hay todo un período donde seguimos charlando hasta que quiebra la tablita en 1982. No nos dio el tiempo para formarlo formalmente y vincularnos a la CNT. Yo sólo tenía vínculos con el Partido, y había perdido esos vínculos, porque habían caído los compañeros que estaban por encima de mí. Quedé desenganchado varios meses. Me engancho de nuevo en 1982, cuando estaba en el seguro de paro.

Fines de 1981 decidimos hacer el comité de base, nos reuníamos en el Boliche La Mariscala, que ahora tiene otro nombre. Nos reuníamos con el gallego Collazo y otros compañeros, para formar el comité de fábrica, pero no pudimos porque nos despidieron a todos por la crisis del 82, quedan sólo 10 trabajadores. Porque la fábrica quiebra con la caída de la tablita. La industria departes automotrices…empezamos haciendo el disco de freno de pie y terminamos armando el gato del auto Opel y alguna otra pieza, que después se armaban en Santa Rosa automotores, en Garzón. Nos echan a todos. La última pelea que dimos fue para que nos paguen el despido correspondiente, acudimos en forma organizada a hablar con Anuar Francés, un abogado laboralista que nos llevó adelante el tema del despido. Así se terminó el vínculo mío con Las Heras.

-¿Y cómo sigue...?

Paralelo a eso, yo tenía un núcleo de compañeros que los conozco en el taller de Dumas Oroño, donde iba a aprender dibujo y pintura. Pero en el taller los viernes venía gente de la cultura, por ejemplo Daniel Gil y otros; o sea que era un lugar donde por iniciativa de Dumas y de sus alumnos se transformó en un centro de actividades culturales que nucleaba a mucha gente.

A la mínima posibilidad la gente se organizaba de nuevo, eso es fundamental. Tiene que ver con el proceso histórico.

-Y que se ve reflejado en tu historia “personal”, porque te tocó ser dirigente metalúrgico aunque de manera “informal” y a su vez militabas con un grupo de jóvenes, que también hicieron muchas cosas por el NO.

El núcleo fuerte era, Martita Terra, Marcos Ibarra, Guillermo Mara, José Viera, Lorieto y yo. Hicimos muchas cosas, por ejemplo con Marcos Ibarra y un compañero de la UJC de Colón. Por ejemplo la primera volanteada pidiendo amnistía, tirando los volantes desde el Palacio Díaz y desde el Cine Copacabana.

En 1982 me engancho de nuevo con el Partido Comunista. En el taller le propongo a Dumas intervenir en la Feria del Libro y Gravados de Nancy Bacelo.

Yo había intentado hacer cosas en artesanías el año 1977, y en el año 1978 le digo a Dumas para entrar y armar un grupo con los gurises y lo armamos. Hicimos poesía ilustrada, unos dibujos con poetas nacionales; Benavides, Ayala, y Juan Cunha a quien conocimos y fuimos a la casa a visitarlo. Se hizo una serie de poesía ilustrada, gravada en cuero y con acuarela y acrílico también. Tuvimos un puesto en la Feria de Nancy. No ganamos un mango, era en diciembre de 1978 y comienzos del 79.

Terminamos haciendo exposiciones de pinturas al óleo, en San José, Piriápolis. Algunos compañeros se afiliaron al Partido.

Yo, en el año1982 había perdido el contacto con el Partido, porque había caído José Pacella, y me vuelvo a enganchar a través de Juan Acuña, que estuvo dos veces en el Penal de Libertad. Me vinculo por intermedio de mi suegro que era peluquero. Me vuelve a enganchar Juan y hacemos con Cinthia algunas actividades, como ir a la Argentina. Luego como cae Juan, entro a trabajar a full como artesano. Me vinculo con lo que fue la fundación de AUDA, la asociación de los artesanos, de la que soy socio fundador. Y paso a vincularme con la gente del Partido de la cultura, con gente que había estado presa y se empezaba a organizar de nuevo el Seccional de la Cultura.

-Recuerdo el voto programático y el voto en blanco, en mi caso trabajamos por el voto programático en un período corto y luego de la carta de Seregni pasamos a trabajar el voto en blanco, nos rompimos por el voto en blanco. ¿Cuál fue tu experiencia?

Fue más o menos, parecida. Primero fue que si había blancos, había que trabajar con ellos y tratar de apoyar las listas del P.N. El núcleo nuestro del taller y algún compañero de la UJC y el PCU. Había resistencia de algunos compañeros y compañeras, como Marta Terra que decía que estábamos locos, ella a los blancos no iba a votar.

-¡Y tenía razón! Dijimos los tres (Pedro, José y Gonzalo), entre risas…

Claro, que tenía razón, sigue Pedro. Marta era sobrina de Juan Pablo Terra, el padre era colorado, uno de los tíos blanco y otro socialista, o sea tenía de todo en la familia y ella decía que no había que votar a los blancos. Yo tratando de defender la cosa, cuando en un momento se cambia de posición y hubo que cambiar las coordenadas, lo que fue una situación compleja.- No nos costó porque éramos gestores del FA, no fuimos los únicos, pero tuvimos mucho que ver con su nacimiento. A mi personalmente no me costó nada.- La primera versión yo la entendía como una política de alianzas, de agrandar el espacio antidictadura, si eso significaba que había que trabajar con los blancos, significaba que ellos también trabajaran contra la dictadura, de formas más abierta.

-José Pacella hace una precisión: en medio hay un tremendo golpe contra el Partido, la UJC, la CNT y la FEUU, que hace más complejo todo. Hay 2000 detenciones en el proceso que va desde junio de 1981 a mayo de 1982 y además los niveles de represión vuelven a hacer los del 75-76; hay tres desaparecidos: Félix Ortiz, secretario del Partido Comunista de Montevideo; Omar Paitta, secretario del Regional 3 del PCU y Miguel Matto de Funsa. Pero a su vez cayó toda la dirección de la CNT, la de la FEUU, la mayoría de la dirección de la UJC. Los golpes represivos no son casuales. Se dan para poder avanzar con un objetivo político. Lo que querían era que no llegáramos a esa instancia del voto de las elecciones internas, que no llegáramos o por lo menos muy disminuidos. Tampoco lo lograron. Lo cierto que hubo casi 90.000 votos en blanco, y como la contramarcha llegó tarde, yo lo vi en el Penal, porque algunos presos le decían a los familiares que había que votar a los blancos. Yo me enfrenté con esa concepción. Pero entonces, hubo zonas de confusión. Porque estoy seguro que si el FA, donde hubiera definido antes…

-Hubo compañeros en Cerro Largo por ejemplo que trabajaron y votaron por las listas blancas de Wilson.

-Sigue José. La idea que yo tengo es que seguramente hubiéramos sacado entre 300.000 o 400.000 votos.

-Vos dijiste Pedro que iban a la Argentina?

Si, con Cinthia viajamos como tarea de vincularnos con nuestros compañeros que estaban organizados en Buenos Aires. Juan Acuña me planteó la necesidad de mandar cosas a la Argentina y trae también…Tuve que entrevistarme con la gente que estaba organizada allá. Me dio unas coordenadas y una contraseña y viajamos con Cinthia en el año 1982. Fue la primera vez que viajó a la Argentina. Fuimos al hotel Nápoles, Cinthia se quedó en el cuarto del hotel y yo fui a entrevistarme con la persona que estaba clandestina del PCU en Buenos Aires, que resultó ser una muchacha que nunca más vi ni supe su nombre. La entrevista fue en una confitería del centro, de unos 20 minutos. La compañera era flaquita y morocha y creo que el que la conoce es el camarada Roberto. Yo llevaba un paquete para entregar, que no sabía que contenía. No se que llevé ni que traje. Fui con una misión que fue muy emocionante, la compañera estaba muy emocionada por poder hablar con alguien, que venía del Uruguay. Porque hacía muchos años que estaba en la Argentina, donde la situación no era nada favorable, con todo lo que había pasado y estaba pasando.

-¿El 1º de Mayo de 1983, estabas acá?

Siempre estuvimos acá. Mirá, el 1º de Mayo yo estaba…Nosotros el 11 de febrero…en diciembre del 82 se abre el Mercado de los Artesanos. Yo te conté que los artesanos se empiezan a organizar a partir de una feria que organiza Manos del Uruguay y un organismo de la UNESCO del cual Uruguay tenía la presidencia para América Latina.

Entonces, promueven, Olga Larnaudie, Delma Coba y Nefer Kruger, tres compañeras del Partido, la organización de esa feria en el subte Municipal en la Plaza del Entrevero. Esa feria permite el encuentro de artesanos en un momento ya distinto, por el plebiscito del 80 y las elecciones internas del 82. Pero ese encuentro, esa feria dio lugar a que nos reuniéramos en el local de Manos del Uruguay que tenía en la calle Reconquista. Ahí, se realizan una serie de reuniones, de las que te podría hablar mejor Manuel Susrribas, Alberto Gutiérrez, Gerardo Barrios y otra gente, porque yo me integré en diciembre de 1982. Se forma un núcleo de unos 100 artesanos, que resuelven alquilar un local en el centro, en Plaza Cagancha, para organizar una feria de artesanos, una feria de artesanos independientes.

Ese local pertenecía a una familia de la oligarquía, que tenía una deuda millonaria con el Banco República, una de las carteras incobrables. Entonces el local estaba embargado, y a través de Graciela Usera y otra gente logramos hacer un comodato de alquiler y a fines de noviembre ingresamos al local que estaba en ruinas, lo reparamos y comenzamos a funcionar en diciembre. Y yo ingreso al mercado el 7 de enero del 83, el día de mi cumpleaños.

-¿Cómo era el ambiente en ese momento?

Era de gran efervescencia, porque era la primera vez que se hacía una feria autogestionada por artesanos, en todo. Fue muy importante porque el mercado sirvió como lugar para que actuaran artistas como Larbanois-Carrero, las murgas, gente de teatro. En la parte de arriba del local, se hacían espectáculos permanentemente, durante todo diciembre con la participación de la gente del Canto Popular, exposiciones, fue una actividad multicultural muy removedora en ese momento.

Y a partir de ahí se empezó a plantear la necesidad de organizarnos formalmente. Es así que se llega al 11 de febrero del 83, que se funda la Asociación Uruguaya de Artesanos (AUDA) y se participa en forma organizada en el 1º de mayo de 1983. Hay una columna de artesanos que baja desde Plaza Libertad por Agraciada hasta el Palacio Legislativo integrándose a lo que fue ese 1º de mayo del 83.

-¿Vos tenías dudas de que iba a ser grande el 1º de mayo?

No, yo no tenía dudas. Estábamos seguros. Una anécdota que hay que decir, es que posterior a la fundación de AUDA cuando se levan presos a una veintena de gurises de la UJC, entre ellos Mariela Sabatín, una compañera artesana y estudiante, duramente torturada. Eso fue después del 1º de mayo. En esos meses nos amenazaban telefónicamente, varias amenazas de que nos iban a matar, a prender fuego el local…

-Pedro; las últimas preguntas, pero si se puede de respuesta breve.

-¿Qué te acordás del caceroleo del 25 de agosto de 1983?

Que participamos colectivamente.

-¿Fuiste al acto del Franzini de los estudiantes?

Si, si fui. Nosotros participamos, pero también teníamos la cosa esa de la clandestinidad, de estar pero a su vez cuidarse, de no fotos, bajo perfil…

-¿Y el Obelisco del 83?

Si, a la derecha del estrado, adelante, estábamos los artesanos organizados. Se participaba en muchas actividades como organización de los artesanos, como AUDE.

-¿Algún balance general en tres minutos, qué me podes decir de la lucha entre 1973 y 1983?

Yo como visión general, me parece que hay que destacar, que nunca dejó de existir cosas, actividades y organizaciones que resistieron a la dictadura, fuera de manera formal o informal. En forma clandestina muchas veces o en forma semilegal. El hecho de que exista un taller donde se dan clases de pintura y el que las da es un tipo que ha sido miembro del Partido o destituido de la enseñanza, que mantuvo y llegado el momento, permitió que se nucleara gente joven a su alrededor…, me parece que hubo una continuidad, a veces más visible, otras veces menos, pero fue a todo lo largo de la dictadura…

-¿Por qué te parece que a 30 años del Plebiscito, no se insiste tanto en él?

Y, no sé…la verdad que es la pregunta del millón…Supongo que estamos en otra etapa histórica y que hay intereses que priman por encima de ese tipo de recordación. Es un momento en que la izquierda es gobierno, hay otras prioridades… Y José Pacella acota: yo voy un poco más allá que Pedro…Hay razones políticas e ideológicas. Hay una visión totalmente deformante de los acontecimientos. Hay razones políticas e ideológicas para que no haya un reconocimiento de todo ese período.

-¿Cuáles?

Del 73 a 80-81, porque ese período, si bien nosotros nunca hicimos las cosas solos, en todos los casos, incluso Pedrito habla…, la columna vertebral fue la clase obrera, la CNT organizada, la FEUU y detrás de ambos movimientos, la columna vertebral, lo dicen la cifra de los presos, fue el Partido Comunista.

-Y ahora algún académico reconoce que el Partido Comunista fue el partido de la resistencia, como el caso de Gerardo Caetano.

Pero después de mucho tiempo, en diciembre de 2008.

José sigue: lo reconocen, pero en esta historia nos tuvimos que papar hasta un libro de Hierro López sobre Sanguinetti, donde aparece como campeón del NO Tarigo y hay que ver que también hubo anticomunismo en los años 81-82-83 y 84, particularmente en la revista Búsqueda…Yo le recomiendo que vieran la revista Búsqueda, donde queda claro que junto al diario El País, los Vegh Villegas, los Valentín Arismendi, con la complicidad de otros, como Sanguinetti y Tarigo, independientemente de que se van a “enfrentar” con la dictadura, buscan minimizar la resistencia, incluso estuvieron dispuestos a aceptar una salida recortada sin los comunistas. A esto le salió al cruce Enrique Rodríguez, en su momento; sin caer en el sectarismo, porque la historia se escribió con todo el pueblo, cada uno jugó…

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