“Todo tirano tiembla y enmudece ante el paso majestuoso de los
hombres libres”. Gral. José Artigas.
1.- El pueblo unido y convergiendo quebró el cronograma.
El 30 de noviembre el accionar unitario y convergente del pueblo que cristalizó en el abrumador triunfo del NO en el plebiscito, ha determinado la quiebra del cronograma, con ello, el paso a una nueva realidad política en el país.
El cronograma naufragó en un torrente popular de repudio y condena terminante a 7 años y medio de dictadura, que arrasó los planes del fascismo, profundizando su aislamiento y erosionando y sacudiendo sus bases de sustentación.
VICTORIA DEL PUEBLO que en el combate unitario y convergente de todas las fuerzas sociales y políticas antifascistas, transita por el único camino que conduce a la reconquista de la libertad y a la reconstrucción de la patria.
VICTORIA DEL PUEBLO porque este proceso promovió la experiencia directa de centenares de miles de compatriotas. El pueblo ganó la calle, fue protagonista de este combate y llegó al enfrentamiento abierto con la dictadura, al tiempo que hacía carne el reclamo de verdadera apertura democrática con la convocatoria de una auténtica y representativa asamblea constituyente.
VICTORIA DEL PUEBLO porque desde el inicio la dictadura, se propuso liquidar a las fuerzas revolucionarias, ajustar cuentas con la clase obrera, macerar ideológicamente y ahogar el papel revolucionario de la juventud, y ayer y hoy las fuerzas del FA se encuentran más unidas y más firmes que nunca, ayer y hoy la clase obrera dirigida por la heroica CNT marca la senda del combate sin tregua contra la tiranía, porque esta victoria subió de las fábricas y las aulas sellando una vez más la unidad obrero-estudiantil y los jóvenes han ocupado desde el principio las primeras líneas de la brega combativa.
VICTORIA DEL PUEBLO porque quienes querían transformar a los partidos tradicionales en dóciles apéndices de la dictadura chocaron con las claras posturas democráticas de sus sectores mayoritarios.
VICTORIA DEL PUEBLO que con su andar unitario y convergente obtuvo el más resonante éxito desde la huelga general de 1973, asestó un golpe de muerte a los cómplices de la dictadura que acompañaron la farsa institucional en representación de intereses contrarios a la patria, como Pacheco Areco y la prensa servil, y aplastó a los “neutrales” que buscaron pactar sobre la cabeza del pueblo, con su silencio vergonzante antes y su mano tendida después, para sacar a la dictadura del atolladero.
El desborde de las fuerzas democráticas, unido a la vigorosa denuncia internacional, pasó por encima de todo el proceso fraudulento, desarmó la clara maniobra de los generales fascistas e impidió se trampeara la voluntad de todo el país expresada en las urnas.
Además, esta verdadera fiesta popular contribuye a la causa de los pueblos latinoamericanos en la lucha por la erradicación del fascismo en el continente, Sí, generales fascistas, este pueblo oriental, fiel al padre Artigas, está por la democracia y la libertad. Junto a sus hijos como Héctor Altesor, obrero comunista que regó con su sangre el suelo nicaragüense luchando contra la tiranía de Somoza, mientras aquí su padre, Alberto Altesor, junto a la señera figura del Gral. Liber Seregni y los miles de patriotas presos, son ejemplo de dignidad y entrega a la causa de la democracia y la libertad en nuestro país.
Heroicos ejemplos que muestran que los verdaderos ejes de las contradicciones en nuestras patrias latinoamericanas son oligarquía o pueblo, fascismo o democracia, subordinación al imperialismo o autodeterminación política y económica, y por ello la lucha por la democracia y la libertad en cada país une a los auténticos patriotas de todas las naciones latinoamericanas, es fundamento de los frentes de pueblos y gobiernos que se conjugan con la brega interna para eliminar al fascismo y dan al traste con la artera y falsa oposición, seguridad nacional o subversión y conspiración internacional, mera hoja de parra del fascismo.
2.- Quebrar el cronograma: imperativo de la etapa.
Nuestro Partido sostiene desde un primer momento que estamos frente a una dictadura terrorista del capital financiero, de la burguesía monopolista y de ciertos sectores del latifundio, al servicio del imperialismo. La constatación de que la dictadura-de modo sistemático-ha puesto los resortes de la economía nacional en manos de una estrechísima oligarquía financiera internacional que para llevar a cabo sus propósitos ha procedido a la reestructuración en sentido fascista del aparato del estado y ha atropellado a cuanta persona o sector se ha opuesto a sus designios, todos estos elementos, abonan la previsión teórica de la posibilidad (y la necesidad) de la más amplia unidad y convergencia de todas las fuerzas sociales y políticas en la lucha común por derrotar al monstruo fascista.
A partir de esta consideración nuestro Partido desarrolló una táctica de masas destinada a enfrentar y denunciar permanentemente al fascismo, de modo de obligarlo a desnudar se esencia antipopular y antinacional.
La resistencia que determinó la orfandad política de la dictadura desde su nacimiento, a la que se sumó la constante denuncia internacional de sus crímenes y la propia aplicación a sangre y fuego de la política del fascismo, de terror, hambre y de permanente enriquecimiento de la rosca y de la entrega al imperio, la conjunción de estos factores, redundó en un creciente aislamiento interno y externo de la dictadura, que la obligó a lanzar el cronograma, con el único fin de cambiar la imagen para ampliar se base de sustentación y así consolidarse manteniendo intacta se esencia fascista.
Por ello nuestro Partido definió como meta de la presente etapa la quiebra del cronograma con la participación de todas las fuerzas antifascistas, señalando la necesidad de definir objetivos que posibilitaran la unidad y convergencia de todos los sectores por encima de diferencias políticas e ideológicas, filosóficas o religiosas.
La quiebra del cronograma y la presencia de todo el país que hoy exige asamblea constituyente y se opone con dignidad y firmeza a los planes continuistas de la tiranía, permite afirmar, serenamente, que estamos frente a una victoria histórica de la lucha antifascista, que cierra un capítulo importantísimo de esa lucha y que-por haberse logrado en un cuadro de amplísima unidad y convergencia de todas las fuerzas políticas y sociales antifascistas-abre inmensas perspectivas al accionar común de dichas fuerzas.
3.- La movilización resume años de duras luchas.
El actual nivel de movilización contra la dictadura es el fruto de una larga y continuada lucha que comenzó el mismo día del golpe de estado con la heroica Huelga General encabezada por la CNT, eje de la resistencia, y ha contado con la presencia de la FEUU; lucha que no ha dado respiros a la dictadura, de la que el FA es parte inalienable y polo político avanzado y que ha significado millares de presos y torturados, decenas de asesinados y más de un centenar de desaparecidos.
Nuestro Partido, que durante 60 años de vida tuvo como constante su acción por la libertad y el progreso social, ligado estrechamente-en especial en los últimos 25 años, desde el XVI Congreso- a todas las luchas y acciones de la clase obrera, los estudiantes, y todos los sectores progresistas de nuestro pueblo y bregó sin pausas por la unidad de la izquierda, fue-con su presencia permanente, pese a la represión-factor de primer orden en esa resistencia. Durante estos 7 años mantuvo en alto las banderas de la libertad, la democracia, los derechos sindicales, la independencia de los sindicatos ante los intentos de anularlos o subordinarlos y participó en la lucha por la defensa del nivel de vida de los trabajadores y todo el pueblo, ante el deterioro producido por la aplicación de la política económica de la dictadura.
Este combate de 1980 también es producto de la constante denuncia internacional de los crímenes de la dictadura, en el que los patriotas en el exilio han jugado un papel relevante. La campaña mundial por la liberación del Gral. Seregni, la acción de la Coordinadora del FA en el exterior y demás manifestaciones de solidaridad han sido complemento indispensable de la contienda interna.
Los graves golpes del 78 y 79 no pudieron quebrar la continuidad de la resistencia; se multiplicaron las luchas de la clase obrera y el movimiento popular, enfrentando con su acción combativa la ley sindical y derrotando el plan de “sindicalismo nacionalista” y bregando por sus reivindicaciones y libertades. La presencia del FA y la activación de la oposición democrática hacen añicos el inmovilismo político y los partidos tradicionales avanzan hacia iniciativas coincidentes por una salida democrática, todo lo cual prepara y presagia el desarrollo político posterior.
4.- Una avalancha de pueblo derrota los planes del fascismo
Todas las miras de la dictadura apuntaron, desde un principio de 1980, a facilitar la aprobación del plebiscito; toda su actuación política estaba subordinada a este fin, pero el carácter fascista del régimen, que se pretendía mantener de cualquier modo, estrechaba su campo de maniobra.
El arrasador accionar de las fuerzas democráticas determinó la absoluta orfandad política y social que debe enfrentar la dictadura los últimos meses de la campaña electoral y es visceralmente temerosa de cualquier manifestación de contenido popular. Desnudados de raíz sus planes continuistas, sin margen para la conciliación y la demagogia, sólo le quedó el recurso de la violencia represiva, de las amenazas de los jefes fascistas, la provocación contra las fuerzas democráticas y la campaña publicitaria, cada vez más burda y amenazante, que en las últimas semanas alcanzó niveles nunca vistos antes (al tiempo que se prohibía la cadena nacional a la oposición).
La presión popular la obligó a hacer ciertas concesiones en materia de propaganda legal por el NO, de carácter meramente formal y recortado- y que pretendieron, simultáneamente, cumplir una finalidad divisionista en el seno de la oposición- y por lo tanto, el grueso de la campaña por el NO fue semi-legal y clandestino.
Pero esta irrupción masiva, este desborde de pueblo, que hace eclosión en los últimos meses de la campaña electoral y que llega al enfrentamiento abierto de masas el día del plebiscito, no es sorprendente, todo lo contrario. La batalla del 1º de mayo que movilizó de múltiples formas a centenares de miles de trabajadores y constituyó una importante derrota de la dictadura que buscaba ahogar la incidencia de la resistencia en el proceso político, fue cuña al cronograma que auguró los niveles de movilización obrero-estudiantil posteriores y señaló la senda que había que recorrer para vencer los planes dictatoriales, lo que obligó a todo nivel y signó directa e indirectamente el proceso político por varios meses.
Ello se entrelaza con la clara postura del FA que llamaba a votar NO y ratifica el contenido programático de toda real apertura democrática y la formación del Grupo de Convergencia Democrática con lo que se ensanchan los horizontes de la acción común y convergente, en le exterior y en el país; fueron meses en que la resistencia gana en profundidad y amplitud.
Acompañándose a la intensificación de la resistencia y la solidaridad internacional y el agravamiento de la crisis económico-social que golpea a todo el país y presenta fuerzas sociales cada vez más enfrentadas a la dictadura, los partidos tradicionales pasan al combate directo contra la dictadura, haciendo valioso aporte en los meses previos al plebiscito constitucional.
La conjunción de estos factores fue determinante en la eclosión popular a que asistimos en los últimos meses, por lo que ésta aparece como síntesis de la multifacético lucha que la antecedió.
5.- Ahora: Asamblea Constituyente y Amnistía General
La dictadura nunca estuvo tan aislada ni acorralada políticamente como ahora. El estrechamiento de su base de sustentación y de su capacidad de maniobra que indican su agudizada debilidad, no deben hacer perder de vista que la dictadura ha sido y será de carácter fascista y, por lo tanto, su peligrosidad se acrecienta luego del histórico golpe asestado; no cuenta con más apoyo ni con más banderas que las del capital financiero, sus fusiles serviles y el aval imperialista y puede recurrir a cualquier provocación contra el pueblo- en particular contra los patriotas presos- y a cualquier endurecimiento en su histérico frenesí por perpetuarse.
La dictadura no caerá sola, por el peso de sus propias contradicciones; la lucha del pueblo la hará caer. La batalla por el NO ha demostrado claramente que el único camino que el pueblo puede transitar es el de la unidad, la convergencia y la lucha que, sin dar respiro a la dictadura, confluya a un mismo caudal, de blancos, colorados y frenteamplistas, civiles y militares patriotas, de ateos y cristianos, de la ciudad y del campo, en resumen, de todos los antifascistas de nuestra sociedad.
Hoy pueblo y partidos tienen plena conciencia de que no habrá una real apertura, no se marchará hacia el restablecimiento de la democracia, con el fascismo en el poder, mientras miles de presos políticos siguen en los campos de concentración, mientras miles de ciudadanos están proscriptos, mientras sindicatos y organizaciones estudiantiles son consideradas “subversivas”, está prohibido el funcionamiento de los partidos políticos y son letra muerta las libertades políticas y sindicales.
Hoy todas las fuerzas políticas y sociales tienen conciencia y reclaman, como paso imprescindible hacia la normalización democrática, la convocatoria de una auténtica asamblea constituyente, verdaderamente representativa, sin exclusiones de ningún tipo.
Hoy la abrumadora mayoría de las fuerzas democráticas exigen la inmediata amnistía general, el restablecimiento de las libertades públicas y sindicales y un programa mínimo de soluciones económicas urgentes que termine con las penurias que vive el país.
El papel protagónico e independiente del pueblo, profundamente democrático, ha desnudado el mísero rol de las FFAA como sostén de la dictadura, que no fueron ni serán neutrales y cumpliendo las órdenes de los mandos fascistas han cometido toda clase de crímenes y atropellos contra el pueblo y le ha demostrado a aquellos militares que pretenden salir del fango en que los hundió la aventura fascista, que sólo por la senda que las fuerzas democráticas transitan hoy podrán reencontrarse con el legado artiguista.
6.- La victoria del NO acerca la derrota definitiva de la dictadura
La contienda por el NO ha elevado la lucha a niveles nunca igualados en amplitud y se aproxima a la profundidad alcanzada con posterioridad al golpe de estado de 1973. Durante este año, cada medida con que la dictadura pretendía avanzar hacia su consolidación fue transformada por el pueblo en instrumento de acción para arrinconar los planes del régimen.
La maduración del proceso de unidad y convergencia, la formación del Grupo de Convergencia Democrática, el fortalecimiento orgánico de todas las fuerzas políticas, sindicales y estudiantiles y el acrecentado papel del FA como polo avanzado de la unidad antidictatorial junto al de la clase obrera y la juventud uruguaya como protagonista en la primera línea del combate, crea condiciones superiores para el desarrollo de la lucha en la nueva etapa.
Además, la lucha contra el fascismo cuenta con el redoblado aporte de los patriotas que desde el exterior han contribuido decisivamente a esta victoria, elevando a niveles sin precedentes la solidaridad del mundo para con nuestro pueblo y estrechando al máximo el aislamiento internacional de la tiranía.
Nuestro Partido previó que la lucha contra el monstruo fascista sería larga, dura y difícil. La quiebra del cronograma, que abre una nueva etapa de esa lucha, ha acercado la derrota definitiva de la dictadura. Encaramos el combate en esta nueva fase con sereno optimismo, reafirmando nuestra confianza en la clase obrera y el pueblo, conscientes de las dificultades y peligros que tendremos que enfrentar.
La dictadura se encuentra transitoriamente paralizada por el golpe recibido que erosiona las bases mismas de su dominio y la lleva a su más profunda crisis interna. La pretendida absorción del resultado electoral se ve rotundamente desmentida por la prohibición de toda actividad política, la censura de prensa y la generación de expectativas para ganar tiempo, que reflejan el miedo a que las fuerzas de la oposición, con el abrumador respaldo del pueblo, desarrollen mayores niveles de combate, ganen la iniciativa y transformen las actuales grietas en brechas por las que irrumpa el pueblo.
Los jefes fascistas buscarán, por todos los medios, revertir la actual situación, y a la vez que buscan nuevos planes para asegurar su permanencia en el poder, se agudizan los peligros de nuevas provocaciones represivas que se lancen como factor unificador de las FFAA, como lo muestran, las provocaciones y represión contra los presos y sus familiares.
AHORA MÁS QUE NUNCA unidad, convergencia y combate sin tregua para derrotar a la dictadura.
AHORA MÁS QUE NUNCA asamblea constituyente y restablecimiento de las libertades políticas y sindicales.
AHORA MÁS QUE NUNCA libertad para todos los presos políticos.
Adelante, a la lucha, con la cabeza fría, el espíritu en las nubes y el corazón caliente.
Nuestro partido ha librado esta batalla en medio de su 60 aniversario que nos encuentra unidos y firme en torno a nuestra dirección, en la cárcel, en el exilio, la clandestinidad, junto a nuestra aguerrida UJC y pasando por encima de los golpes recibidos. Junto al FA ha sido factor esencial en el proceso que condujo a la derrota del cronograma. Ahora, fortalecernos es la consigna.
Al ratificar que debemos seguir en el combate sin el menor sectarismo, porque ésta es una victoria de todo el pueblo, nuestro más caluroso saludo para todo el Partido y para la Juventud Comunista.
Saludamos a todo el pueblo, artífice de esta victoria, la clase obrera y a la juventud uruguaya, a todas las fuerzas sociales y políticas y personalidades que han contribuido con su aporte a la derrota del continuismo.
SALUDAMOS al FA, al Grupo de Convergencia Democrática, a la CNT y a la FEUU.
SALUDAMOS a los patriotas que desde el exilio han contribuido con su aporte a la derrota del cronograma.
SALUDAMOS reconocidamente a los pueblos y gobiernos del mundo que han prestado su solidaridad con la lucha del pueblo uruguayo por la democracia y la libertad.
SALUDAMOS muy especialmente a los patriotas presos y a sus familiares, y reafirmamos nuestro compromiso con la lucha por su liberación
¡UN PUEBLO UNIDO JAMÁS SERÁ VENCIDO!
PARTIDO COMUNISTA
Montevideo, diciembre 5 de 1980.
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