sábado, 20 de noviembre de 2010

Germán y el tío Coco.



Entrevista a Jacinto Galloso.

-¿Cómo es tu nombre?
Jacinto Galloso, para los conocidos el tío Coco.
-¿Edad?
53 años.
-¿Tenés hijos?
Dos hijos, Claudia de 21 y Guille de 18 que me dio un nieto, o sea que soy abuelo.
-¿Cómo se llama el nieto?
Tiago y tiene un año.
-Vos fuiste un testigo privilegiado, porque conociste una persona muy grande de este País, que es Germán Araujo. ¿Cuándo lo conociste?
Lo conocí en el 79.
-¿A dónde lo conociste?
Lo conocí porque yo fui a hacer un trabajo a CX 30 la Radio, me encomendaron hacer ahí una reforma de los estudios nuevos y ahí fue que lo conocí.
-¿O sea que no trabajabas en la 30 todavía?
No trabajaba, pero luego empecé a trabajar en la radio.
-¿Qué hacías en la 30?
Mi función era operador de radio, operador de estudio digamos.
-¿Y eso en qué consiste?
Consiste en llevar al aire la conducción de los periodistas, la salida al aire, el monitoreo, esa es la función del operador, pasar música por ejemplo; pero previo a eso yo lo que hice fue hacer la refacción de los estudios de la radio.
-O sea, que te acordás del programa “Que tal amigos” que hacía Germán Araujo a comienzos del mes de noviembre de 1980.
Lo que más recuerdo en este momento, que me llamó la atención, era que la gente constantemente se acercaba a la radio, escuchando allí en el propio hall de la radio. Había un compañero, un oyente que iba con sus aparatos, Roselló de apellido, que tenía una batería con la que grababa toda la programación y a veces nosotros teníamos algún problema con la emisión, pero bueno…, teníamos a Roselló que a veces nos suministraba aquello que se nos había perdido.
Me acuerdo de la fuerza que tenía Germán para trasmitir, para convocar y eso se veía reflejado en el apoyo de la gente.
-¿Si tuvieras que definir a José Germán Araujo, cómo lo definirías?
En ese momento era un hombre, UN REFERENTE, de todo lo que se vivía en ese momento, en esas circunstancias por la que estábamos pasando todos los uruguayos…Era un referente, incluso para los adversarios…siempre se estaba jugando su pellejo.
-Lo llevaron más de cien veces detenido en averiguaciones…
Si claro, tengo presente dos de ellas, donde lo soltaron en le mismo día, estaba acostumbrado a que lo citaran.
-¿De la huelga de hambre de diciembre de 1983 cuando la dictadura cerró la CX 30, qué te acordás?
En pleno verano, sí… sí recuerdo, bueno yo estuve casi toda la instancia allí, en el apartamento, en el cuarto piso sobre 18 de Julio que daba al túnel, cerca del obelisco.
Me acuerdo que Marcos Carámbula era el médico de cabecera iba y venía; luego toda la gente de seguridad en la puerta, recuerdo a Mario Coronel que era un operador de la radio y recuerdo también que la gente se convocaba a las 11 hs cuando era el horario de diario treinta y el salía a saludar a la gente, al balcón con los brazos abiertos saludando. También en la vuelta estaba Julia Moller que preparaba café para los amigos que lo visitaban. Y en un momento se le ocurrió a Germán, bueno Coco, a las 11 tenemos que soltar palomas y el diario 30 era las 11 de la mañana. Y yo pensé de dónde sacó las palomas…El insistía tenemos que tirar 30 palomas. Le dije a Julia Moller, mirá, Germán quiere tirar 30 palomas…y Julia no se cómo hizo, pero consiguió las palomas y a las 11 se soltaron las palomas y aquello fue impresionante, porque abajo había miles de personas.
-Fue la primera manifestación después de años de dictadura que fue reprimida y que la gente enfrentó la represión.
Asiente coquito con la cabeza.
-¿Por qué estabas ahí, eras como un secretario, estabas siempre junto a German?
Yo creo que era…, él fue el que me puso Coco o Coquito…y yo creo que yo era una persona de confianza, era muy amigo, me tomó como un hijo más. Yo iba a la casa todos los viernes y me quedaba a dormir. El para achatar un poco, para aflojar un poco el stress, iba a pescar, le gustaba mucho la pesca. Me invitaba a pescar y por supuesto que lo acompañaba. No era un secretario, pero bueno, era una persona de confianza en todo sentido.
-¿Te acordás del restaurante del Paseo del Parque?
Si recuerdo muchas anécdotas de ahí, del restaurante.
-Ya que hablas de las anécdotas, si tuvieras que elegir una ¿cuál elegirías?
Bueno…una de ellas…un sábado yo estaba en casa y me llama a las 3 de la madrugada, que le había llegado una noticia, de que Coco Bentancur que en su momento era un productor y empresario de bailes, que no dejaban entrar, le llegó la noticia que no dejaban entrar negros al Palacio Salvo donde él (por Bentancur) organizaba los bailes.
Germán me llama y me dice: ponete un saco y corbata y ve a alguna chica negra y vení a la Plaza Independencia, nos juntamos y vamos a ver qué pasa.
Yo llamo a mi prima, me puse el traje y llamé a mi prima, que por supuesto se sumó y nos encontramos en la Plaza y ahí organizamos para entrar al Palacio Salvo. Efectivamente, ustedes van adelante y Germán atrás,…así con una camisa, así nomás. Entramos, fuimos a sacar la entrada y no nos dejaron entrar…, a los músicos negros sí, pero a nosotros a los otros negros que querían ir al baile, no. Buscando cualquier pretexto. Lo cierto que no nos dejaban entrar, y bueno…cuando nos digieron que no, ahí aparece Germán Araujo…y cómo que no van a dejar entrar a los negros que no se qué y se armó un lío de novela. El lunes en diario 30 denunció los hechos, habla de esa situación y vino Coco Bentancur con su gente de seguridad, estuvieron ahí conversando y bueno, al fin de semana siguiente los negros lograron entrar, después de una semana que les dio con un caño, toda esa semana sobre ese tema.

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